MADRID,
Almudena Cardona y Alberto Setién son un matrimonio de Santander (España) que decidieron seguir adelante con la vida de su hija Valeria, a pesar de que sabían que moriría poco después de nacer.
"Nos dijeron que el bebé venía mal, que los riñones no le funcionaban y que no tenía líquido amniótico, que no se le desarrollarían los pulmones y que en el momento que naciera, fallecería", señaló Almudena, al recordar el día en que estaba previsto que le dijeran si era niño o niña.
"Nos lo dijeron de una manera muy agresiva. Queríamos hablar de las posibilidades de sobrevivir, pero el médico nos decía que nos hacía un informe para ir a abortar directamente", recuerda Almudena en el programa "Firmes en la Verdad" de la Fundación EUK Mamie-HM Televisión.
Según explica Alberto, a pesar de las dificultades tuvieron "claro desde el primer momento" que apostarían por la vida de su hija, así solo estuviese con ellos unos pocos minutos.
"Desde el primer momento que supimos que venía mal la queríamos más porque era especial y no nos planteamos nunca abortarla", afirmó Almudena.
La joven madre explica la dureza con la que la trataron tanto a ella como a su hija durante todas las revisiones médicas, en las que siempre se le recordaba la gravedad de la enfermedad de la bebé y la conveniencia de que abortara.