SANTIAGO,
El VIH, virus de inmunodeficiencia humana, suele traer consigo el flagelo de la discriminación, y para ayudar a revertir esta realidad la Fundación Santa Clara trabaja incansablemente para que los niños con esta grave afección experimenten el amor de Dios y tengan una mejor calidad de vida.
Este hogar está en Santiago de Chile y desde 1994 acoge a estos niños. La hermana Nora Valencia, directora del hogar desde 2008, explicó a ACI Prensa que "hoy día el VIH es una enfermedad crónica que ya no es mortal" y pese a que no existe la cura "sí existe un tratamiento que hace que la vida de estos niños sea normal".
"El VIH de por sí se asocia inmediatamente al SIDA, al contagio y a la muerte", pero "eso ya pasó", explicó la religiosa de la congregación chilena de las Hermanas Franciscanas Misioneras de Jesús.
El VIH es el nombre del virus de inmunodeficiencia humana y es lo que estos niños padecen de forma encapsulada. El SIDA, en tanto, es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida, es decir, el virus ya desarrollado que ataca el sistema inmune del cuerpo humano.
Por lo tanto, decir que estos niños tienen SIDA no es correcto y "nosotros luchamos siempre para que no desarrollen el SIDA y si alguna vez lo desarrollan, que se vuelva a encapsular".
El Hogar Santa Clara asiste actualmente a 60 familias y tiene tres niveles de atención: