CIUDAD DE MÉXICO,
Los obispos mexicanos expresaron sus condolencias por el asesinato del P. Felipe Altamirano Carrillo, sacerdote indígena de la Prelatura del Nayar, en el estado de Nayarit (México) el 27 de marzo.
El P. Altamirano Carrillo, del grupo étnico Cora, nació el 23 de julio de 1963 en el municipio Jesús María, en Nayarit. El mayor de ocho hermanos fue ordenado sacerdote en 1989. Fue presidente de la Pastoral Indígena de la Prelatura y al momento de su muerte se desempeñaba como párroco en La Mesa del Nayar.
En un comunicado firmado el 27 de marzo por el Arzobispo de Guadalajara y Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Cardenal Francisco Robles Ortega, los obispos pidieron a Dios por el eterno descanso del P. Altamirano Carrillo, y para "que el Señor conceda a sus familiares y amigos la fortaleza, la esperanza y el consuelo de la fe".
En septiembre de 2016, en base a cifras de asesinatos de la unidad de investigación del Centro Católico Multimedial (CCM), el P. Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis Primada de México, señaló que México es el país más peligroso para los sacerdotes.
"La Conferencia del Episcopado Mexicano expresa sus condolencias y se une en oración al Señor Obispo, Mons. José de Jesús González Hernández, O.F.M., al clero, a la vida consagrada y a los fieles laicos de la Prelatura del Nayar, a los padres y familiares del Pbro. Felipe Altamirano Carillo, sacerdote indígena, quien fue privado de la vida el día de hoy por la mañana".
La CEM señaló que "en estos momentos en que nuevamente un sacerdote católico es alcanzado por el crimen, dirigimos nuestra mirada a Cristo Resucitado, quien nos confiere la fuerza para luchar por la construcción de un mundo reconciliado y en paz, justo y fraterno".