VATICANO,
Europa necesita defender "la vida con toda su sacralidad" para encontrar esperanza, afirmó el Papa Francisco a los líderes de la Unión Europea (UE) reunidos en Roma, a quienes llamó también a "curar los inevitables achaques" propios de los 60 años que han transcurrido desde el inicio de este sueño europeo.
El Santo Padre recibió este viernes en el Palacio Apostólico a 27 jefes de estado y de gobierno de la UE, que se encuentran en la capital italiana para conmemorar los 60 años de los Tratados de Roma, firmados el 25 de marzo de 1957 por Alemania Federal, Bélgica, Francia, Italia, Luxemburgo y los Países Bajos, y que dieron inicio a la Comunidad Económica Europea.
"Con el aumento general de la esperanza de vida, los sesenta años se consideran hoy como el tiempo de la plena madurez. Una edad crucial en la que estamos llamados de nuevo a revisarnos", afirmó Francisco en su discurso.
En ese sentido, señaló, "también hoy, la Unión Europea está llamada a un replanteamiento, a curar los inevitables achaques que vienen con los años y a encontrar nuevas vías para continuar su propio camino".
"Sin embargo –aseguró–, a diferencia de un ser humano de sesenta años, la Unión Europea no tiene ante ella una inevitable vejez, sino la posibilidad de una nueva juventud. Su éxito dependerá de la voluntad de trabajar una vez más juntos y del deseo de apostar por el futuro". En ese sentido, indicó que a los líderes les "corresponde discernir el camino para un 'nuevo humanismo europeo', hecho de ideales y de concreción. Esto significa no tener miedo a tomar decisiones eficaces, para responder a los problemas reales de las personas y para resistir al paso del tiempo".
En su discurso, el Santo Padre recordó que tras la Segunda Guerra Mundial, los líderes de la época "tuvieron fe en las posibilidades de un futuro mejor" e idearon el proyecto que en la UE es hoy una realidad.