VATICANO,
El Papa Francisco lamentó la muerte del Cardenal William H. Keeler, Arzobispo Emérito de Baltimore (Estados Unidos), y rogó por su alma y por el consuelo de los fieles de su arquidiócesis.
En un telegrama enviado al Arzobispo de Baltimore, Mons. William Edward Lori, el Santo Padre expresó que se siente "profundamente entristecido por la noticia de la muerte del Cardenal William H. Keeler, ofrezco mis condolencias a usted y a los sacerdotes, religiosos y laicos de su Archidiócesis".
"Con gratitud hacia el Cardenal Keeler por los años de dedicación devota al ministerio episcopal en las Iglesias locales de Harrisburg y Baltimore, por los años de su liderazgo en la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, y por sus años de dedicación al entendimiento ecuménico e interreligioso, me uno a usted en los ruegos por el alma de este sabio y gentil pastor, y la encomiendo al amor de Dios, nuestro Padre", añadió.
"A todos los que lloran al fallecido Cardenal en la esperanza de la Resurrección -manifestó Francisco-, les imparto cordialmente mi Bendición Apostólica como elemento de consuelo y paz en el Señor".
El Cardenal William Henry Keeler nació el 4 de marzo de 1931 en San Antonio, Texas. Recibió la ordenación como sacerdote el 17 de julio de 1955 en la iglesia de los Santos Apóstoles de Roma.
El 10 de noviembre de 1983 San Juan Pablo II lo nombró Obispo de Harrisburg, y el 4 de enero tomó posesión de la diócesis. El 6 de abril de 1989 fue nombrado Arzobispo de Báltimore, Archidiócesis de la que tomó posesión el 23 de mayo.