VATICANO,
El Santo Sepulcro, la tumba donde el cuerpo de Jesucristo fue depositado tras la crucifixión, vuelve a brillar en todo su esplendor.
Las obras de restauración ya han finalizado de forma oficial, justo a tiempo para la Semana Santa, y los peregrinos ya pueden acceder al interior del recinto sagrado.
En una sencilla y simbólica ceremonia ecuménica, representantes de las tres iglesias cristianas encargadas de la custodia del Santo Sepulcro –la Iglesia Católica, la Iglesia Ortodoxa Griega y la Iglesia Ortodoxa Armenia– agradecieron por la reapertura del Santo Sepulcro.
Hablaron en esta reapertura Su Beatitud Teófilo III, Patriarca greco-ortodoxo; Francesco Patton, Custodio Franciscano de Tierra Santa; Su Beatitud Nourhan Maougian, Patriarca armenio apostólico; y Mons. Pierbattista Pizzabala, Administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén.
El Patriarca Ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, asistió al acto ecuménico en el que también participaron representantes de las demás Iglesias y comunidades cristianas con presencia en la Basílica del Santo Sepulcro: coptos, sirios, etíopes y luteranos.
Mons. Pizzabala afirmó que "la aparente misión imposible de la restauración del Santo Edículo se hizo posible porque permitimos a Dios iluminar nuestros pensamientos, nuestros ojos y nuestros vínculos".