VATICANO,
En una reciente entrevista, el Cardenal Mauro Piacenza, Penitenciario Mayor de la Santa Sede, afirmó que "todos los sacramentos son 'grandes exorcismos'".
En diálogo con ACI Stampa, agencia en italiano del Grupo ACI, el Cardenal Piacenza dijo que "la confesión y la Santa Comunión tienen siempre un extraordinario valor capaz de renovar al hombre, pero celebrados en la Pascua tienen objetivamente un valor espiritual y litúrgico objetivamente más evidente y, si me permite, también un valor exorcístico".
Para explicar esto último, el Purpurado indicó que "todos los sacramentos son también 'grandes exorcismos'. Así, dogmáticamente hablando, los exorcismos, como las bendiciones, son sacramentales que tienen fuerza solo a partir de los siete sacramentos, los signos eficaces instituidos por Cristo, en modo directo o través de los Apóstoles, para prolongar su presencia salvífica a través de la Iglesia hasta el final de la historia".
"El pecado mortal es siempre una esclavitud, y cada vez que el sacerdote pronuncia la fórmula de absolución, el fiel es liberado de las garras del maligno y reintroducido en la comunión plena con la vida trinitaria", resaltó.
El Cardenal subrayó luego que "la confesión sacramental es el único y verdadero punto de reinicio para cada uno de nosotros. En toda confesión el bautizado es renovado interiormente, y su vida espiritual vuelve a comenzar, con todos los infinitos dones de la gracia que el sacramento porta".
Este sacramento, continuó, "en los días santos del Triduo Pascual obra con su gracia potentemente y el demonio es, también potentemente, abatido una vez más".