BUENOS AIRES,
El Obispo de San Isidro (Argentina), Mons. Oscar Ojea, presidió una Misa en la que renovó el pedido de perdón a las víctimas de abuso sexual y maltrato infantil; agradeció a las personas que ayudan en la "sanación" de estos casos y motivó a construir una cultura de cuidado para los niños y jóvenes.
"La Iglesia ha pedido perdón y yo renuevo ese pedido de perdón aquí, en mi diócesis, a todas aquellas personas que han sido víctimas de abusos siendo niños o jóvenes, por miembros de nuestra jerarquía. Pedimos perdón a estos hermanos y a estos hijos nuestros", expresó el Obispo.
El pasado 10 de marzo, Mons. Ojea explicó que ese perdón lo solicita con el "compromiso de acompañar" y precisó que una vez recibida la denuncia "nosotros tenemos el deber" de orientar a la víctima para que haga la denuncia penal y luego con su consentimiento realizar el "debido proceso canónico".
Mons. Ojea se refirió al Sermón de la montaña ya que Jesús señalaba los distintos "modos de matar y el abuso sexual de menores es una de esas formas tremendas, heredadas de Caín y Abel, la vieja historia de la humanidad: el poder y el débil, la fuerza y la debilidad".
En el abuso se encuentran "el poderoso y un débil" y supone manipulación, invadir y "arrasar la intimidad de un inocente; maltrato físico y maltrato psicológico".
"Cuando el débil puede salir de esa red de silencio al que lo obliga el poderoso; ese secreto pactado para comprimir a la criatura cuando puede hablar, cuando puede expresarse, cuando puede decir qué ha pasado, decírselo a sí mismo y decirlo a los demás, comienza la verdadera sanación", agregó el Obispo.