13 de diciembre de 2024 Donar
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Capellán de antigua Basílica de Guadalupe: Un sacerdote que no confiesa sirve al diablo

Imagen referencial / Confesionario. Foto: Flickr de Gerardo Martin Fernandez Vallejo.

El P. Adrián Huerta, capellán de la antigua Basílica de Guadalupe (hoy Templo Expiatorio de Cristo Rey) en Ciudad de México, advirtió recientemente que "cuando los sacerdotes dejamos de confesar sistemáticamente, es porque hemos empezado a servir al diablo".

En una publicación de la página de Facebook del Templo Expiatorio de Cristo Rey, el P. Huerta alentó a sus hermanos presbíteros a volver "al confesionario el más tiempo que podamos cada día".

El Templo Expiatorio de Cristo Rey data de inicios del siglo XVIII y acogió la imagen original de la Virgen de Guadalupe hasta 1976, año en que la tilma de San Juan Diego fue trasladada a la nueva Basílica.

"Cuando los sacerdotes, ministros del Sacramento del Perdón, no queremos confesar a la gente, por flojera, por desinterés, o por dedicarnos a tantas otras cosas, sobre todo a asuntos meramente administrativos y hasta mundanos, automáticamente dejamos de participar del único Sumo y Eterno Sacerdocio de Jesucristo, porque dejamos de colaborar con Él en quitar el pecado del mundo", escribió.

En declaraciones a ACI Prensa el 8 de marzo, el sacerdote mexicano recordó que "toda acción evangélica de la Iglesia ciertamente conduce a quitar el pecado del mundo, como lo es por excelencia el sacramento de la Santísima Eucaristía, pero la Confesión es el sacramento exclusivo para la absolución de los pecados, como lo instituyó el Señor Jesús".

"De ahí que los sacerdotes debemos ser ingeniosamente integrales en nuestras actividades apostólicas de cada día, para no desatender la confesión de los fieles en los horarios que ellos pueden acudir a la iglesia", dijo.

El P. Huerta alentó a "no podemos burocratizar los horarios de confesión" en las ciudades de mediano y gran tamaño, pues la mayoría de los fieles no pueden acudir a las mismas horas que en un pueblo pequeño.

En las zonas urbanas grandes, dijo, asistir a la iglesia "se complica por la distancia del trabajo, la escuela o la universidad".

"Los sacerdotes debemos acoplarnos al tiempo disponible de las personas, sobre todo sábados, domingos y días festivos", alentó, pues "tenemos que ser misericordiosos y pensar en la vida tan complicada y estresante de las grandes ciudades como la de México".

Cuidarse del activismo

El capellán del Templo Expiatorio de Cristo Rey advirtió también sobre el peligro de que los sacerdotes caigan en el activismo.

"Los sacerdotes caemos en activismo cuando solo nos dedicamos a lo que nos gusta del trabajo apostólico, y descuidamos otras como la confesión, que es un gravísimo problema para los fieles en estos tiempos", indicó.

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"Los sacerdotes debemos volver a nuestra vocación, porque luego andamos más preocupados por vestirnos y calzarnos a la moda, peinarnos y rasurarnos a la moda, divertirnos y llenarnos de lujos y vanidades, lo cual es incompatible con el seguimiento radical de Cristo que prometimos el día de nuestra ordenación sacerdotal".

El P. Huerta aseguró que "confesar a diario lo más posible llena de una satisfacción espiritual y física tan agradable que nadie nos puede arrebatar, porque nos estamos realizando como sacerdotes".

"Muchísima gente tiene hambre de ser escuchada y perdonada, y es un trabajo que solo a los sacerdotes nos ha encomendado Cristo", recordó.

El sacerdote mexicano señaló además que "los fieles tienen derecho a exigir a los sacerdotes y a los obispos el sacramento de la confesión".

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