VATICANO,
Cerca de 45 mil civiles han huido de Mosul debido a los violentos combates entre el Estado Islámico y el Ejército de Irak, informó la Organización Mundial para las Migraciones.
Se suman así a los cerca de un millón de personas que escaparon de la provincia de Nínive después de la ofensiva yihadista de junio de 2014.
El ejército iraquí está dando importantes pasos para expulsar al Estado Islámico de la ciudad de Mosul en el norte del país. Tras las victorias de los militares iraquíes en los últimos meses, alrededor de 72 mil personas han podido regresar a sus hogares en las zonas liberadas. Aún quedan unas 500 mil personas atrapadas en los combates entre los terroristas y las fuerzas gubernamentales.
En las aldeas y áreas reconquistadas, los cristianos que han regresado han colocado cruces en los techos de sus casas y de las iglesias como signo de victoria frente a los terroristas.
En declaraciones a Radio Vaticana, el Patriarca Luis Rafael I Sako, Arzobispo de Bagdad y cabeza de la Iglesia Católica Caldea, afirmó que los cristianos desplazados se encuentran "en una situación trágica, porque se encuentran bajo una tienda en el desierto, sin electricidad, les falta agua, les falta comida y carecen de todas las condiciones necesarias para una vida digna".
Explicó que "esta gente tiene miedo de no poder regresar a sus casas. Tiene miedo de las venganzas. Es una situación realmente difícil".