SANTIAGO,
A pesar del hostigamiento, la violencia y la toma ilegal del Seminario San Fidel, en el sur de Chile, ocurrida entre junio de 2014 y marzo de 2016, los mapuches responsables del hecho quedaron en libertad luego de comprometerse a no acercarse a la propiedad.
El pasado 1 de marzo finalizó la querella interpuesta por la Diócesis de Villarrica contra los responsables de la "usurpación violenta" del Seminario San Fidel, ya que se logró un consenso entre ambas partes, "desestimando continuar con el juicio, posibles condenas reparatorias e indemnizaciones económicas", explicó el obispado mediante un comunicado.
"Con este acuerdo se restablece el estado de derecho y se reconoce el dominio legítimo de la Diócesis de Villarrica sobre la propiedad ubicada en el sector Licanco, de Padre Las Casas", explicó el obispado chileno.
La situación de violencia del recinto ubicado a unos 700 kilómetros de Santiago, comenzó en agosto de 2012, cuando un grupo mapuche expulsó en forma violenta a los seminaristas, sacerdotes y personal contratado. En esa ocasión la policía pudo desalojar del lugar a los responsables.
Si bien en octubre de 2013 los cinco imputados fueron condenados a pagar unos 160 dólares por "usurpación de morada" y quedaron libres de cargos, en abril de 2014 el grupo volvió a ingresar al predio y construyeron una casa en un rincón de la propiedad.
En junio de 2014, el Obispado de Villarrica abandonó el lugar y trasladó las actividades del seminario a la Casa de Ejercicios Monseñor Guillermo Hartl. Los comuneros, por su parte, se apropiaron del lugar hasta marzo de 2016, cuando fueron desalojados por la policía.
El abogado querellante que representó a la Diócesis de Villarrica propuso un "acuerdo reparatorio" que consistió en que los siete hombres y tres mujeres de la comunidad mapuche implicados se comprometen a no ingresar al predio del Seminario San Fidel.
Cabe recordar que el Seminario San Fidel fue incendiado el 27 de mayo de 2016.