VATICANO,
La Ciudad del Vaticano busca convertirse en uno de los primeros Estados del mundo en consumir únicamente energías renovables.
Como parte de este proyecto, aún en fase experimental, la Santa Sede acaba de recibir de la empresa Nissan y sin costo, un auto eléctrico, cuyo funcionamiento permitirá estudiar la incidencia real de esta medida destinada a lograr una movilidad libre de emisiones.
El objetivo es conseguir que el Vaticano cumpla con los objetivos señalados en la encíclica Laudato Si' sobre el medioambiente y la sostenibilidad.
Jochen Wermuth, jefe de la oficina de inversión de Wermuth Asset Management, la empresa que se encarga de asesorar al Vaticano en la implementación de estas medidas, aseguró que "el hecho de que el Papa comience a utilizar un auto 100% eléctrico es una gran noticia para el mundo".
Esto, dijo Wermuth, "supone un ejemplo para otros jefes de Estado y para todos en el mundo futuro. En la actualidad no sólo se trata de una decisión moralmente correcta, sino que incluso es más barato tener un coche eléctrico en vez de uno de combustión".
Wermuth fue quien ofreció al Santo Padre la posibilidad de tener el auto eléctrico de la firma Nissan, para lo cual le dio al Pontífice la oportunidad de escoger entre un Tesla Model S y un Leaf. El Papa optó por el segundo, declaró al medio alemán Spiegel y Wermuth mismo lo llevó al Vaticano.