DENVER,
Hace algunos años un grupo de astronautas que se encontraba en el espacio exterior, en una misión sobre el entorno del planeta Tierra, tuvo la oportunidad de recibir la comunión a bordo de la nave que los transportaba.
En abril de 1994, el astronauta Thomas D. Jones estaba a bordo de la nave Endeavour en una misión para estudiar los cambios en el torno de la Tierra. Con él viajaban otras cinco personas.
Entre ellos estaban los otros dos astronautas que recibieron la comunión: el comandante Sidney "Sid" Gutiérrez y el piloto Kevin Chilton. Para ambos esta era su segundo viaje al espacio, mientras que para Jones era el primero.
En su libro "Sky Walking: An Astronaut's Memoir (Caminando por el cielo: Memoria de un astronauta)", Jones recuerda que "estaba consciente de que cada día en el espacio era un regalo especial, sabía que se me había concedido un privilegio único".
"Cada noche antes de dormir agradecí a Dios por esas maravillosas vistas de la Tierra y por el éxito de nuestra misión. Continuamente pedía por la seguridad de nuestra tripulación y para que tuviésemos un feliz encuentro con nuestras familias".
En el texto, Jones indica que Kevin Chilton era ministro extraordinario de la Eucaristía y que había consigo llevado al viaje unas hostias en un portaviático de oro.