REDACCION CENTRAL,
Santa María de La Providencia fue una religiosa francesa que fundó la Sociedad de las Auxiliadoras de las Almas del Purgatorio, una congregación religiosa femenina cuyo propósito es salvar las almas del purgatorio a través de obras misericordia espirituales y corporales.
María Eugenia Smet -su nombre antes de incorporarse a la vida religiosa- nació en Francia en 1825. Estudió en un colegio de religiosas donde le inculcaron la devoción a la Divina Providencia, así como el deseo de salvar para Dios a las benditas almas del Purgatorio. María Eugenia tenía una sensibilidad especial por esa parte de la Iglesia que permanece expectante de la plenitud de la redención. Aquella preocupación espiritual marcaría el inicio de su inclinación a la vida religiosa, entendida esta como vida de oración e intercesión por el mundo.
Al terminar sus estudios inició un trabajo solidario con los pobres. Solía cocinar y llevar el alimento a indigentes y enfermos. En 1852 hizo un voto personal de guardar castidad, y en 1855, por consejo del Santo Cura de Ars y de otros sacerdotes, se unió en París a otras jóvenes para fundar la comunidad de las "Auxiliadoras de las Almas del Purgatorio".
Con la ayuda de un sacerdote jesuita, redactó las Constituciones de la nueva comunidad, inspiradas en la regla de la Compañía de Jesús, las cuales serían aprobadas en 1859. Ese mismo año, frente al Arzobispo de París, 28 mujeres juraron cumplir a perpetuidad las Reglas de la nueva Congregación.
La fundadora tomó el nombre de Madre María de la Providencia y consagró sus esfuerzos en extender la obra de Dios, fundando nuevas comunidades pertenecientes a la congregación en distintos lugares de Francia y Bélgica. Cuando fue el momento propicio, dado el crecimiento de la Orden, la Madre María de la Providencia envió el primer grupo de misioneras a China en 1867.
A los 45 años se le diagnosticó un cáncer de mama y poco tiempo después falleció, el 7 de febrero de 1871.