VATICANO,
En la Misa matutina en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco afirmó que el verdadero ayuno en Cuaresma es ayudar a los otros y criticó la actitud hipócrita de algunos respecto a la limosna.
El verdadero ayuno en nuestros días "¿no consistirá en compartir el pan con el hambriento, en introducir en casa a los pobres, sintecho, en vestir a uno que ves desnudo sin ayuda de sus parientes?", se preguntó Francisco.
El Papa explicó las lecturas del día, que hablan "de la penitencia que somos invitados a hacer en este tiempo de Cuaresma". Así, en la primera de ellas, Dios reprueba la falsa religiosidad de los hipócritas que ayunan mientras hacen sus propios negocios y oprimen al resto.
"Es un ayuno para hacerse ver o para sentirse justo, pero al mismo tiempo he hecho injusticias, no soy justo, exploto a la gente. 'Pero soy generoso, haré una hermosa ofrenda a la Iglesia'. 'Pero dime, ¿pagas lo justo a tus empleados de hogar?, ¿a tus dependientes les pagas en negro?, ¿o como dicta la ley para que puedan dar de comer a sus hijos?'".
Cuando no se paga lo justo, "tomamos de nuestras penitencias, nuestros gestos de oración, de ayuno, de limosna, tomamos una tangente: la tangente de la vanidad, del hacernos ver. Y eso no es autenticidad, es hipocresía. Por eso cuando Jesús dice: 'Cuando oren háganlo a escondidas, cuando den limosna no hagan sonar la trompeta, cuando ayunen no lo hagan con tristeza', es lo mismo que si dijese: 'Por favor, cuando hagan una obra buena no tomen la tangente de esta obra buena, es solo para el Padre'".
"Pensemos en estas palabras, pensemos en nuestro corazón, como nosotros ayunamos, oramos, damos limosna. Y también nos ayudará pensar qué siente un hombre después de una cena, que ha pagado 200 euros, por ejemplo, y regresa a casa y ve un hambriento y no lo mira y continúa caminando. Nos hará bien pensar en ello".