LIMA,
El Papa Francisco firmó este lunes el decreto que reconoce las virtudes heroicas de Mons. Octavio Ortiz Arrieta, primer sacerdote y obispo salesiano del Perú, donde tuvo a su cargo la diócesis de Chachapoyas.
El Obispo nació en Lima el 19 de abril de 1878. Cuando los salesianos abrieron su primer colegio profesional en Perú, en 1893, se matriculó como estudiante de carpintería. Posteriormente entró en el noviciado del Callao y fue ordenado sacerdote en 1899. En 1902 realizó su profesión perpetua.
En 1906 se trasladó a Piura para empezar una nueva obra salesiana de la que fue rector. Allí fundó el semanario "La Campanilla". Posteriormente, estuvo en Cuzco en 1916, y en 1920 fue al Callao para dirigir la obra salesiana.
En noviembre de 1921 recibió el nombramiento como Obispo de Chachapoyas. Fue consagrado en 1922. Su impulso misionero en su diócesis le llevó a recorrer todo el territorio a pie y a caballo cruzando montañas y selva.
Estos viajes no estuvieron exentos de peligros. En más de una ocasión estuvo cerca de la muerte como consecuencia de diversos accidentes que le provocó la ruptura de varios huesos.
También fundó un seminario y organizó la diócesis, consiguiendo que una parte del territorio fuera constituido en Prefectura Apostólica y otra parte Prelatura Territorial.