MADRID,
El portavoz de los obispos españoles, P. José María Gil Tamayo, afirmó que "los vientres de alquiler constituyen una explotación de la mujer y convierte al niño que va a nacer en un objeto de consumo".
Ante el debate de los vientres de alquiler en la sociedad española, el portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) alentó el acompañamiento a las parejas que no pueden tener hijos y pidió leyes "garantistas" y "flexibles" para facilitar la adopción de niños.
Según ha manifestado en la rueda de prensa del jueves 23 de febrero en la sede de la CEE, "la posición de los obispos españoles" sobre los vientres de alquiler "es la misma posición de la Iglesia y de la moral cristiana y va en línea con lo defendido en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos".
En ese sentido explicó también que su postura es independiente a si las madres reciben un pago ya que "hay casos de mujeres que lo hacen en países del primer mundo, pero también en países del tercer mundo con condiciones económicas más precarias donde se viven auténticas situaciones de mercantilización".
"Seamos serios al tratar estas cosas y no busquemos eufemismos: si es vientre de alquiler es vientre de alquiler. Si es aborto es aborto y no interrupción del embarazo", aclaró.
"Por tanto si se paga o como si no se paga el servicio de gestación, este contraviene el orden natural, de la procreación humana. Y no cura la infertilidad sino que trata de proporcionar un medio alternativo, que la Iglesia considera no lícito al acto de procreación humana".