VATICANO,
Fiel a su promesa de estar junto a los que más sufren, el Papa Francisco ha enviado al limosnero del Vaticano (encargado de la caridad con ayudas concretas a los necesitados) a la zona central de Italia golpeada por los terremotos de los últimos meses.
Durante varios días, miembros de la Limosnería ayudarán a los pequeños comerciantes de la zona comprándoles productos típicos.
En un comunicado de prensa, el Vaticano explicó que, de acuerdo con los obispos de las diócesis afectadas, "han sido identificados algunos grupos de campesinos, agricultores y productores cuyos negocios están en riesgo de cerrar a causa de los daños provocados por el terremoto".
"La Limosnería acudió a comprar una gran cantidad de sus productos con la intención expresa del Santo Padre, de ayudarles y animarlos a proseguir en sus actividades".
Se trata de "un gesto en línea con el magisterio del Papa Francisco que a menudo, en sus encuentros, ha recordado que 'cuando no se gana el pan, se pierde la dignidad'".
El comunicado señala que "todos los productos adquiridos han sido inmediatamente distribuidos a diversos comedores caritativos de la ciudad de Roma para la preparación de comidas donadas cada día a personas necesitadas y sin vivienda fija".