VATICANO,
"Las actividades económicas no pueden interferir en las culturas indígenas". Así lo indicó el Papa Francisco en la audiencia que concedió, en el Aula Pablo VI del Vaticano, a los representantes de los pueblos indígenas presentes en Roma con motivo del III Foro de los Pueblos Indígenas convocado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), que celebra este año el 40 aniversario de su fundación.
En los trabajos de este foro, se ha estudiado de qué manera se puede favorecer una mayor responsabilidad de los pueblos autóctonos en la economía.
El Santo Padre consideró que "el problema principal está en cómo conciliar el derecho al desarrollo, incluyendo también el de tipo social y cultural, con la protección de las características propias de los indígenas y sus territorios".
Esta conciliación "se hace más evidente sobre todo cuando se trata de estructurar unas actividades económicas que pueden interferir con las culturas indígenas y su relación ancestral con la tierra".
"En este sentido, siempre debe prevalecer el derecho al consentimiento previo e informado, según exige el artículo 32 de la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Sólo así se puede garantizar una cooperación pacífica entre las autoridades gubernamentales y los pueblos indígenas, que supere contradicciones y conflictos".
El Pontífice pidió que se reconozca el papel de las poblaciones indígenas en una sociedad global y cambiante. "Un segundo aspecto se refiere a la elaboración de directrices y proyectos que tengan en cuenta la identidad indígena, que presten una atención especial hacia los jóvenes y las mujeres. Inclusión, y no consideración solamente".