ROMA,
Si en algún sitio se celebra con especial devoción la festividad de San Valentín, patrón de los enamorados, es en la diócesis de Terni-Narni-Amelia, en el centro de Italia. Por algo San Valentín fue el primer obispo de la diócesis en el siglo III y el patrón principal de la ciudad de Terni.
Según la tradición, San Valentín ejerció su ministerio pastoral durante 70 años hasta que fue martirizado y decapitado.
Con este motivo, 120 parejas de novios, procedentes de diversos lugares de Italia, han renovado sus promesas ante la tumba de San Valentín, en la Basílica que lleva su nombre, en una celebración solemne presidida por el Obispo de la Diócesis, Mons. Giuseppe Piemontese.
Estas parejas, que han participado en la ceremonia, se casarán a lo largo de este año.
De esta manera, los jóvenes renuevan su compromiso bajo la protección de este santo, que hablaba de "un amor fiel y paciente, atento, generoso y respetuoso", como recordaron en la diócesis en un comunicado de prensa.