ROMA,
"Todavía no hemos recibido reivindicaciones o petición de rescate, mientras que las autoridades mantienen la confidencialidad", afirma el P. Edmond Dembele, Secretario General de la Conferencia Episcopal de Mali, sobre el secuestro de la religiosa colombiana Cecilia Narváez Argoti ocurrido el martes 7 de febrero.
"Estamos a la espera, pero tenemos esperanza, porque seguimos recibiendo mensajes tranquilizadores de los fieles y de otras personas del lugar que nos dan esperanza sobre el destino de la hermana Cecilia", dijo el sacerdote a la agencia vaticana Fides.
E. P. Dembele dio a conocer algunas de las circunstancias del secuestro de la religiosa que pertenece a la Congregación de las Hermanas franciscanas de María Inmaculada.
"Los secuestradores llegaron, la tarde del 7 de febrero en moto a un lugar aislado un poco lejos del pueblo donde estaba la hermana Cecilia con sus hermanas de comunidad".
"Siguieron a pie para no despertar alarma e irrumpieron en el centro de la misión saqueando el dinero y los equipos de informática. Después de tomar como rehén a la religiosa escaparon con la ambulancia del centro médico, para ir y tomar las motos con las que huyeron".