VATICANO,
Los obispos de Costa Rica fueron recibidos por el Papa Francisco este lunes 13 de febrero en el Vaticano, en lo que se conoce como visita ad limina, aquella que hacen todos los prelados del mundo para informar al Santo Padre y a la Curia vaticana sobre la situación de las diócesis del país.
En entrevista concedida a Radio Vaticana, el Obispo de Puntarenas y Presidente de la Conferencia Episcopal de Costa Rica, Mons. Oscar Fernández Guillén, dio a conocer algunos de los temas que preocupan a los prelados del país centroamericano y que fueron conversados en el encuentro.
"Al interior de la Iglesia lo que nos preocupa es la falta de sacerdotes: necesitamos más sacerdotes. Esto nos ha hecho pensar en organizar, en cada diócesis, la pastoral vocacional que está dado buenos resultados", dijo el Obispo.
"Ha habido un crecimiento leve en el número de vocaciones sacerdotales y esto nos alienta. El otro problema que nos preocupa –uno que tiene que ver con toda la Iglesia latinoamericana– es la cantidad enorme de personas bautizadas que viven la propia vida sin una experiencia sacramental y sin participar en la misión de la Iglesia".
Tras comentar que los obispos están haciendo lo posible para que la Iglesia en Costa Rica esté "en salida" como alienta el Papa, el Prelado explicó que se están esforzando por "anunciar la belleza, la grandeza del matrimonio cristianamente concebido y anunciar la belleza de la familia cristianamente conformada, proclamando la grandeza de la vida, desde el momento de la concepción y para siempre".
Luego de explicar que la violencia y el crimen organizado son desafíos actuales en el país, subrayó la necesidad de dejar la preocupación excesiva por "el mercado" para pasar "al objetivo del bienestar social como fin primario del desarrollo económico".