Agregan a San José Sánchez del Río en pintura que adorna antigua Basílica de Guadalupe

Especialmente porque Cristo Rey fue la inspiración de los mártires, canonizados en el año 2000 por San Juan Pablo II. Ellos, antes de ser fusilados, pronunciaban el heroico grito de ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva Santa María de Guadalupe!

Gómez Villaseñor buscó en agosto de 2015 al Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera, y le expuso su anhelo de poder colocar una pintura con los 25 mártires mexicanos en el Templo Expiatorio de Cristo Rey. Ese proyecto original no incluía a San José Sánchez del Río, "Joselito", porque aún no había sido canonizado.

La primera "diosidencia" se produjo cuando se comunicó con el P. José Gálvez Amezcua, en Guadalajara. El P. José tenía una pintura de los mártires que había mandado a hacer años atrás con el pintor Francisco Godínez. Este lienzo tenía en el centro un espacio de color ocre, encabezando a los 25 mártires estaba san Cristóbal Magallanes en forma de escultura y en la parte superior Dios Padre y el Espíritu Santo.

Luego de observar este cuadro y tomarle fotos, se puso en contacto con el pintor, a fin de modificarlo y colocar en la parte ocre a San Cristóbal Magallanes junto a la Virgen de Guadalupe y Cristo Rey.

"Cuando Francisco Godínez trabajaba en esto, el Papa Francisco firmó el decreto para la canonización de 'Joselito'.  Entonces acordamos que también fuera agregado en el lienzo", señaló.

"El pintor me confesó que le había costado mucho trabajo el acomodo de las nuevas imágenes, pero en el momento en que se le pidió que 'Joselito' fuera agregado, le llegó la inspiración y comenzó a pintar de manera muy fluida. Es por eso y otros hechos que afirmó que todo el proyecto estuvo lleno de 'diosidencias'".

Además, mandó a confeccionar un hermoso relicario para contener las reliquias de primera clase de la mayoría de los mártires para colocarlo al pie del cuadro. "Tanto el P. Luis Pérez Raygoza como el P. José Gálvez Amezcua, ayudaron para obtenerlas", indicó.

Poco después de iniciado el proyecto se nombró al encargado del Templo Expiatorio de Cristo Rey, el P. Adrián Huerta Mora, quien brindó todo su apoyo.

"Cuando el proyecto se complicaba, de repente iban saliendo luces y se resolvían favorablemente los problemas. Se me pone la piel 'chinita' solo de pensar que un servidor y todos los colaboradores fuimos instrumento de estos santos mártires, que no pedían un reconocimiento para ellos, sino dar testimonio de fe para los mexicanos", dijo.

"Aquí retomo una frase de San Gregorio I, que dice: 'la muerte de los mártires florece la fe de los que viven"', concluyó Gómez Villaseñor.

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- ACI Prensa (@aciprensa) 10 de febrero de 2017