MADRID,
Manos Unidas presentó el 9 de febrero su campaña anual de lucha contra el hambre, centrada en el desperdicio de alimentos, la especulación alimentaria y la agricultura sostenible.
Bajo el lema "El mundo no necesita más comida. Necesita más gente comprometida", la presidenta de Manos Unidas, Clara Pardo, precisó que a pesar de que en el mundo hay alimentos para todos, un tercio de los alimentos que se producen terminan en la basura mientras que el hambre afecta a 1 de cada 9 personas en el mundo.
"Unos datos vergonzantes que nos piden a voces denuncia, acción y cambios en nuestra actitud y en nuestros estilos de vida" ya que se trata de "una terrible realidad que afecta a casi 800 millones de personas y condiciona sus vidas presentes y futuras", precisó Pardo y subrayó que ante esa cifra "nadie puede quedar indiferente".
Según la presidenta de Manos Unidas, "tanto lo que consumimos como lo que desperdiciamos tiene un precio que va más allá del monetario".
En la rueda de prensa de presentación de la campaña estuvo el sacerdote misionero Eugenio López, que explicó la situación de grave carestía que pasan en Mozambique, país en el que reside y trabaja con los más necesitados, desde hace 16 años.
Según explicó el P. López, los más pobres del país se alimentan comiendo pan porque no precisa ser cocinado y da sensación de saciedad.