BOGOTÁ,
La Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), condenó enérgicamente el secuestro de la hermana Gloria Cecilia Narváez ocurrido el martes en Karangasso (Mali) y exhortó a los católicos colombianos a unirse en oración por su pronta liberación, así como a las autoridades para que mantengan las gestiones con sus pares internacionales.
La religiosa, perteneciente a las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, fue secuestrada por hombres armados en la noche del martes. Según la Superiora en Colombia, la hermana Noemí Quesada, los secuestradores "se presentaron diciendo que son un grupo de yihadistas y que tienen orden de matar y que venían a eso".
En ese momento se encontraban las cuatro religiosas que viven en la casa de Karangasso, sin embargo, tres de ellas lograron escapar. Según la superiora, los secuestradores obligaron a la hermana Gloria entregar las llaves de la ambulancia. Posteriormente el vehículo fue encontrado abandonado, pero no se tienen noticias de la religiosa.
Ante esto, los obispos, que se encuentran reunidos en Bogotá en la 102° Asamblea Plenaria, solicitaron a la Cancillería colombiana mantener las gestiones ante las autoridades internacionales para lograr la segura y pronta liberación de la religiosa.
En un comunicado publicado ayer 8 de febrero, la CEC invitó a los católicos colombianos a unirse con su oración para que se respete la vida y devuelva la libertad de la hermana Gloria Cecilia, quien "como muchos discípulos del Señor, ha decidido entregar su vida al servicio de los más pobres y necesitados".