MADRID,
Es tradición en determinadas empresas, premiar con bonos a los trabajadores, para incentivar la productividad. Lo mismo ocurre en la multinacional del aborto, solo que aquí los resultados no se miden por las ventas sino por el número de vidas masacradas en el vientre materno.
Lo cuentan extrabajadores de sus establecimientos. La multinacional tiene un sistema de formación e incentivos para estimular a los empleados y conseguir el mayor número de abortos posible, según ha podido saber la organización provida Live Action.
Según explica Sue Thayer, una antigua gerente de un abortorio de Planned Parenthood en Storm Lake (Iowa, Estados Unidos), "cada centro tiene un objetivo de abortos que deben ser realizado" y si no se alcanza, el centro puede llegar a ser cerrado. Todo por la pasta.
Thayer detalla en el vídeo adjunto cómo entrenan a los trabajadores para que presionen a las madres que acuden a sus instalaciones:
"Entrené a mi equipo tal y como me enseñaron a mí, esto es, incitando de manera a las mujeres a que eligieran el aborto y lo realizaran en Planned Parenthood para alcanzar los objetivos".
Una de las técnicas más utilizadas pasa por convencer a la chicas jóvenes de que si apenas tienen dinero para pagar la consulta inicial, traer un hijo al mundo es económicamente imposible.