VATICANO,
El Papa Francisco recibió en audiencia a una delegación ecuménica de la Iglesia evangélica en Alemania a la que recordó la importancia de permanecer en comunión y testimoniar el Evangelio.
"La llamada urgente de Jesús a la unidad nos interpela, como también toda la familia humana, en un periodo en que experimenta graves laceraciones y nuevas formas de exclusión y de marginación", afirmó.
"Les deseo ir hacia delante en este bendito camino de comunión fraterna, yendo con coraje y decisión hacia una unidad que sea cada vez más plena. Tenemos el mismo Bautismo: debemos caminar juntos, ¡sin cansarnos!".
El Papa habló de la conmemoración de los 500 años de la Reforma protestante y pidió "mirar al pasado sin rencores", sino según Cristo y en "comunión en Él, para proponer de nuevo a los hombres y mujeres de nuestro tiempo la novedad radical de Jesús, la misericordia sin límites de Dios".
Sobre la división causada por la Reforma, el Santo Padre señaló que "el hecho de que su llamada a la renovación haya suscitado desarrollos que han llevado a divisiones entre los cristianos, ha sido ciertamente trágico".
"Los creyentes no se sintieron más hermanos y hermanas en la fe, sino adversarios y competencia. Por demasiado tiempo alimentando la hostilidad y han sido ávidos en luchas, fomentadas por intereses políticos y de poder, incluso no han tenido escrúpulos en usar la violencia los unos contra los otros, hermanos contra hermanos", resaltó.