VATICANO,
En la Basílica de San Pedro, donde se celebró la Misa con motivo de la Fiesta de la Presentación del Señor y de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, el Papa Francisco alertó contra la "tentación de la superviviencia" que "seca" y "esteriliza" el corazón.
En la homilía que pronunció, el Pontífice comentó las lecturas de la liturgia y recordó que "el encuentro de Dios con su pueblo despierta la alegría y renueva la esperanza" y habló de los ancianos, de quienes "hemos heredado este canto de esperanza".
"Ellos nos han introducido en esta 'dinámica'. En sus rostros, en sus vidas, en su entrega cotidiana y constante pudimos ver como esta alabanza se hizo carne. Somos herederos de los sueños de nuestros mayores, herederos de la esperanza que no desilusionó a nuestras madres y padres fundadores, a nuestros hermanos mayores".
"Somos herederos de nuestros ancianos que se animaron a soñar; y, al igual que ellos, hoy queremos nosotros también cantar: Dios no defrauda, la esperanza en él no desilusiona. Dios viene al encuentro de su Pueblo".
Francisco aseguró que "nos hace bien recibir el sueño de nuestros mayores para poder profetizar hoy y volver a encontrarnos con lo que un día encendió nuestro corazón".
"Sueño y profecía juntos. Memoria de cómo soñaron nuestros ancianos, nuestros padres y madres y coraje para llevar adelante, proféticamente, ese sueño", añadió.