La Cámara de Representantes (diputados) de Estados Unidos aprobó este 24 de enero, por 238 votos contra 183, el proyecto de ley HR-7, conocida como "Ley de no financiamiento del contribuyente al aborto", que prohíbe permanentemente que dinero de impuestos de los estadounidenses sean destinados a la práctica de abortos.
Según una encuesta de Marist Poll publicada el 23 de enero, 6 de cada 10 estadounidenses se oponen a financiar abortos con dinero de impuestos.
El nuevo proyecto de ley, si es finalmente aprobado por el Senado y firmada por el presidente Donald Trump, también evitaría que los abortos sean cubiertos bajo la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, conocido como "Obamacare", la reforma de salud promulgada por el ex presidente Barack Obama en 2010.
En un comunicado publicado hoy, Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes, subrayó que "somos un Congreso provida" y señaló que el proyecto de ley aprobado hoy "protege la conciencia de los contribuyentes estadounidenses, asegurando que ni un solo dólar de su dinero duramente ganado vaya para financiar abortos".
Mientras "cientos de miles de estadounidenses se dirigen a Washington para la Marcha por la Vida" del 27 de enero, dijo, "nunca debemos olvidar que defender a todo nuestro pueblo –especialmente los indefensos– debe ser nuestra principal prioridad si queremos una nación buena y moral".
Por su parte, la congresista Diane Black, principal impulsora del proyecto de ley, recordó durante el debate en la Cámara de Representantes que "como madre, abuela y enfermera durante más de 40 años, esta medida es especialmente significativa para mí".