Ana María Dumitru, una candidata de quinto año del Doctorado en Medicina y Filosofía en la Escuela de Medicina Geisel (Estados Unidos), dio a conocer un nuevo estudio que demuestra que los embriones humanos dirigen de manera autónoma su propio desarrollo desde los primeros momentos de su vida, incluso cuando no están en el vientre de sus madres.
"Un estudio reciente publicado por Marta N. Shahbazi y colegas del Reino Unido demuestra que esta célula recién formada sabe qué hacer después de la concepción, independientemente de si recibe o no señales de un útero de acogida", explicó Dumitru.
La articulista detalló que Shahbazi y sus colegas demostraron que un óvulo fertilizado o embrión temprano "es un ser vivo autónomo".
"Esta pequeña célula, con su contenido genético completo, puede y empieza a dividirse y a crecer, incluso en un plato experimental de una incubadora".
La doctora contó que Shahbazi y sus colegas descongelaron embriones congelados que fueron donados a su grupo de investigación desde una clínica de fertilización in vitro.
"Estos embriones crecieron más allá del punto en el que normalmente se implantarían en el revestimiento uterino, utilizando un sistema de cultivo in vitro de su propio diseño. Informaron que estas células pueden organizarse con éxito a pesar de no ser implantado en un útero".