REDACCION CENTRAL,
Cada 19 de enero la Iglesia celebra a San Juan de Ribera, Arzobispo de Valencia y Patriarca de Antioquía, quien fuera figura prominente de la restauración espiritual de la España de la Contrarreforma.
Contra la revuelta
La llamada "Contrarreforma" fue un movimiento fundamentalmente catequético, nacido en el corazón de la Iglesia a fin de salir al paso de los problemas que el surgimiento del protestantismo había significado para la unidad del cristianismo latino.
La aparición de las iglesias protestantes, como resultado de la honda crisis por la que pasaba la Iglesia Católica, multiplicó el clima de incertidumbre entre los fieles y los terminó golpeando enormemente. Mientras muchos se apartaban para formar parte de la revuelta espiritual, otros simplemente abdicaban de la fe.
Eran tiempos oscuros que requerían de una respuesta luminosa, y como es previsible, ese tipo de reacción solo puede venir de hombres y mujeres comprometidos con la santidad. Uno de esos fue Juan de Ribera.
Desde la Arquidiócesis de Valencia, el santo contribuyó enormemente al espíritu de renovación del catolicismo mediante la difusión y aplicación de las directrices del Concilio de Trento; proceso que empezó en su jurisdicción, pero cuyo impulso terminó trascendiendo a otros territorios.