VATICANO,
En el marco de los acontecimientos que implican a la Orden de Malta, la Santa Sede publicó este martes 17 un comunicado en el que confirma "su apoyo y ánimo a la encomiable labor que los miembros voluntarios realizan en varias partes del mundo".
Asimismo, el comunicado confirma también la confianza del Vaticano en el grupo que el Papa Francisco nombró para recoger información sobre los procesos que llevaron al designación de un nuevo Canciller para la Orden de Malta, en sustitución del anterior canciller Albrecht Boeslager, después que se había negado a presentar su renuncia a pedido del Gran Maestro de la Orden, Frey Matthew Festing.
En el comunicado de la Santa Sede se lee que "en relación a los acontecimientos de estas últimas semanas que implican a la Soberana Orden Militar de Malta, la Santa Sede desea confirmar su apoyo y ánimo a la encomiable labor que los miembros y voluntarios realizan en varias partes del mundo, en cumplimiento de la finalidad de la Orden: la 'tuitio fidei' (la defensa de la fe) y el 'Obsequium pauperum' (el servicio a los pobres, los enfermos y a las personas más vulnerables)".
Además subraya que "en respaldo e incremento de esta generosa misión, la Santa Sede confirma su confianza en los cinco miembros del grupo constituido por el Santo Padre Francisco el 21 de diciembre de 2016, nombrado con el objetivo de informarle sobre la crisis de la actual Dirección central de la Orden, y rechaza, en base a la documentación en su posesión, todo intento de desacreditar los papeles y el trabajo".
La Santa Sede, concluye el comunicado, "confía en la plena colaboración de todos en esta fase así delicada y espera el informe de dicho grupo para adoptar, en lo que le compete, las decisiones más oportunas para el bien de la Soberana Orden Militar de Malta y de la Iglesia".
La Orden de Malta es una de las más antiguas instituciones occidentales y cristiana. Como orden religiosa de la Iglesia desde 1113 y sujeto de derecho internacional, mantiene relaciones bilaterales con más de 100 Estados y con la Unión Europea, así como una misión permanente de observación ante Naciones Unidas.