VATICANO,
El Papa Francisco acudió en la tarde del domingo a visitar la Parroquia de Santa María en Seteville de Guidonia, a las afueras de Roma. De esta manera retomó las visitas pastorales en iglesias de su diócesis tras el parón realizado por el Jubileo de la Misericordia.
A su llegada, el Santo Padre saludó al vicepárroco, Giuseppe Benardino, de 50 años y gravemente enfermo de esclerosis lateral amiotrófica desde hace más de dos años.
Además, encontró a las diversas realidades pastorales de la parroquia, tales como a las ocho comunidades neocatecumenales, y también a 30 enfermos, a los chicos de la catequesis, a los esposos que han bautizado a sus hijos durante el año 2016 y a los colaboradores de la pastoral. Francisco también confesó a algunas personas.
Por último, presidió la Misa y pronunció la homilía de manera improvisada, en la que deseó que sea una comunidad que "no murmure" y sea "testimonio".
El Papa subrayó que "escuchar la palabra del Señor es encontrar alegría" y que "el testimonio cristiano se hace con la palabra, con el corazón y con las manos" porque "si yo digo que soy católico" y voy a Misa pero "no hablo con mis padres", no "asisto a los abuelos" y "los pobres" y así no se da testimonio.
"Hay muchos cristianos que confiesan que Jesús es Dios, tantos sacerdotes, tantos obispos, ¿todos dan testimonio de Jesús?", preguntó. Para algunos "ser cristiano es como un modo de vivir, como ser un fan, o tener una filosofía" pero, sin embargo, "ser cristiano antes que nada es dar testimonio de Jesús".