ROMA,
Giulio Occhionero, de 45 años, y su hermana, Francesca Maria Occhionero, de 49, fueron arrestados por la policía italiana tras un ciberataque que afectó las comunicaciones de importantes instituciones y personalidades italianas, así como computadoras del Vaticano.
Los hermanos, que también trabajan como ingenieros y tienen residencias en Londres y Roma, son acusados de acceder ilegalmente a información clasificada, así como romper e interceptar sistemas de tecnología de información y comunicación de datos.
El ataque cibernético habría afectado a cerca de 18.000 cuentas, incluyendo la computadora usada por el Cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Pontificio Consejo para la Cultura, y otros ordenadores en una casa de invitados del Vaticano que son usadas regularmente por prelados que visitan Roma.
Las autoridades del Vaticano no se han pronunciado aún sobre el ataque, y aún no se conoce en qué medida información sensible del Vaticano podría haber sido comprometida.
De acuerdo a las autoridades italianas, la información a la que se accedió ilegalmente fue almacenada en servidores de Estados Unidos, llevando a una investigación abierta con la asistencia de la división de asuntos cibernéticos del Federal Bureau of Investigation (FBI).
Las autoridades sospechan que los hermanos Occhionero tendrían vínculos con los masones, porque el malware que usaron en el hackeo fue llamado "Pirámide del Ojo", que se cree es una referencia al ojo que todo lo ve de Dios, u Ojo de la Providencia, un símbolo típicamente asociado con la masonería. Muchas de las cuentas comprometidas pertenecían a miembros masones.