Pese a que el número de estadounidenses que se considera cristiano ha disminuido en los últimos años, en el caso del Congreso 9 de cada 10 de los nuevos miembros afirman ser adherentes a la fe cristiana.
Según un análisis del Congreso 115º, un 91% de los miembros entrantes del Parlamento se autodescribe como cristiano.
En el caso de los republicanos, cerca del 67% es protestante, mientras que el 27% es católico. Entre los demócratas, el 42% es protestante y el 37% es católico.
El Centro de Investigaciones Pew analizó la autoidentificación religiosa en el Congreso al utilizar datos de CQ Roll Call (un centro de publicaciones y análisis del Parlamento de Estados Unidos), y compararlos con sus propios estudios de autoidentificación religiosa.
Entre los miembros protestantes del Congreso, los bautistas obtuvieron la representación confesional más grande (72), seguidos de los metodistas, anglicanos, presbiterianos y luteranos.
De los 293 republicanos en el nuevo Congreso solo 2 miembros no profesan el cristianismo, sino el judaísmo. De los 242 demócratas, 28 son judíos, 3 budistas, 3 hindúes, 2 musulmanes y un unitario universalista.