RIO DE JANEIRO,
Un motín en una cárcel de Manaos dejó como trágico saldo la muerte de 60 personas, en lo que constituye la segunda revuelta penitenciaria más grande en Brasil.
Para el Obispo Auxiliar de Manaos, Mons. José Alburquerque de Aráujo, este hecho representa una "situación que nos trae mucha tristeza y temor" e invitó a todos a unirse en oración.
El motín tuvo lugar la tarde del domingo 1 de enero cuando seis presos fueron decapitados y sus cuerpos arrojados fuera de la unidad.
Según el secretario de Seguridad Pública de Amazonas, Sérgio Fontesel, la causa del motín fue una disputa interna entre dos bandas criminales dentro de la cárcel: el grupo local Familia del Norte (FDN) y el Primer Comando de la Capital (PCC), a la que pertenecían los fallecidos que además estaban presos por violación.
Antes del motín hubo una fuga de algunos detenidos en Manaos y en otra prisión, pero no se han divulgado los números oficiales. También 12 guardias fueron tomados como rehenes, aunque lograron salir ilesos tras las negociaciones con las autoridades.