VATICANO,
Antes del rezo del primer Ángelus de 2017, en la Solemnidad de María Madre de Dios, el Papa Francisco destacó el importante papel de la Virgen en el plan salvífico del Señor.
"Jesús nació de mujer para una misión de salvación, y su madre no está excluida de tal misión, de hecho, están íntimamente asociados", indicó el Santo Padre, ante los 50.000 fieles que, según la Gendarmería Vaticana, se congregaron en la Plaza de San Pedro este domingo 1 de enero.
"En los últimos días hemos fijado nuestra mirada adorante en el Hijo de Dios, nacido en Belén. Hoy, Solemnidad de Santa María Madre de Dios, dirigimos los ojos a la Madre, pero acogiendo a uno y a otro en estrecha unión", indicó el Pontífice
"Este vínculo –continuó– no finaliza con el hecho de haber engendrado al Salvador. María es consciente de ello, por lo que no se cierra a considerar únicamente su relación materna con Jesús, sino que permanece abierta y se preocupa por todos los acontecimientos que suceden a su alrededor: conserva y medita, escudriña y profundiza, como recuerda el Evangelio de hoy".
María, resaltó el Pontífice, "dio su 'sí' y dio su disponibilidad a participar en la ejecución del plan de salvación de Dios. Silenciosa y atenta, trata de entender lo que Dios quiere de ella en su día a día".
Francisco se centró en el significado de la visita de los pastores a la Sagrada Familia, pues "ofrece la ocasión para acoger cualquier elemento de la voluntad de Dios que se manifiesta en la presencia de estas personas humildes y pobres. El evangelista Lucas narra la visita de los pastores a la cueva en una sucesión incesante de verbos que expresan movimiento: van sin demora, encuentran al Niño con María y José, lo ven, relatan lo que de Él se ha dicho y, finalmente, glorifican a Dios".