VATICANO,
El Papa Francisco presidió este 31 de diciembre la celebración de las vísperas de la Solemnidad de María Madre de Dios y Tedeum de agradecimiento por el año que hoy culmina, y aseguró que cuando Dios se encarnó, no se disfrazó de hombre, sino que se hizo hombre para compartir en todo "nuestra condición".
El Papa, que en su homilía también pidió por un mayor papel de los jóvenes en la sociedad, recordó que cuando Dios se hace hombre "decidió hacerlo en la pequeñez y en la fragilidad de un recién nacido; decidió acercarse personalmente y en su carne abrazar nuestra carne, en su debilidad abrazar nuestra debilidad, en su pequeñez cubrir la nuestra".
"En Jesucristo, Dios no se disfrazó de hombre –explicó–, se hizo hombre y compartió en todo nuestra condición. Lejos de estar encerrado en un estado de idea o de esencia abstracta, quiso estar cerca de todos aquellos que se sienten perdidos, avergonzados, heridos, desahuciados, desconsolados o acorralados. Cercano a todos aquellos que en su carne llevan el peso de la lejanía y de la soledad, para que el pecado, la vergüenza, las heridas, el desconsuelo, la exclusión, no tengan la última palabra en la vida de sus hijos".
Desde la Basílica de San Pedro, el Papa señaló que "el pesebre nos invita a asumir esta lógica divina. Una lógica que no se centra en el privilegio, en las concesiones ni en los amiguismos; se trata de la lógica del encuentro, de la cercanía y la proximidad. El pesebre nos invita a dejar la lógica de las excepciones para unos y las exclusiones para otros".
Para el Santo Padre, el Pesebre supone el fin del privilegio y el triunfo de la inclusión: "Dios viene Él mismo a romper la cadena del privilegio que siempre genera exclusión, para inaugurar la caricia de la compasión que genera la inclusión, que hace brillar en cada persona la dignidad para la que fue creado. Un niño en pañales nos muestra el poder de Dios interpelante como don, como oferta, como fermento y oportunidad para crear una cultura del encuentro".
"No podemos permitirnos ser ingenuos. Sabemos que desde varios lados somos tentados para vivir en esta lógica del privilegio que nos aparta-apartando, que nos excluye-excluyendo, que nos encierra-encerrando los sueños y la vida de tantos hermanos nuestros".