ROMA,
Las 21 niñas, y el bebé de una de ellas, liberadas en el mes octubre de manos del grupo terrorista Boko Haram, luego de tres años de cautiverio, regresaron a Chibok, su aldea natal en el norte de Nigeria, para celebrar la Navidad con sus familias.
Desde que fueron liberadas de Boko Haram -gracias a las negociaciones gestionadas por el gobierno de Nigeria, la Cruz Roja Internacional y el gobierno suizo- las 21 jóvenes habían permanecido en Abuja, la capital del país, para recibir tratamiento médico y psicológico. Además les extrajeron los residuos de las metrallas que tenían en sus cuerpos.
Según informó CNN, las jóvenes cristianas contaron que fueron forzadas a convertirse al Islam por sus captores. Antes de partir en avión hacia Chibok, todas oraron juntas.
Aparte de los tratamientos, las niñas han estado aprendiendo inglés e incluso a tejer.
Una de ellas, Rebecca Mallam, expresó que se sienten "hermosas y agradecidas".