Piura,
En su exhortación pastoral por la Navidad 2016, el Arzobispo de Piura y Tumbes en el norte del Perú, Mons. José Antonio Eguren, alentó a vivir intensamente la esperanza cristiana y explicó que el misterio de la encarnación del Hijo de Dios recuerda la importancia de defender la vida y la centralidad de la familia en la sociedad.
En el texto titulado "El recuerdo de Dios que se hace Niño nos abre a la esperanza", el Prelado peruano señala que "el misterio cristiano de Navidad sana y reconcilia, y nos abre a la esperanza, porque nos recuerda que la vida es más fuerte que la muerte, que el bien es más fuerte que el mal, que el amor es más fuerte que el odio".
"Queridos hermanos y hermanas: Frente a un mundo que se hunde en lo material, que quiere permanecer en las tinieblas de la ausencia de la verdad, y mantenerse ajeno al auténtico sentido de la realidad y de la vocación humana, los cristianos debemos levantarnos".
El Arzobispo exhortó a actuar con firmeza y "con el coraje que nos da la fe debemos sacudir a este mundo que se empecina en perder de vista su verdadera vocación y sus mejores posibilidades, para decirle que sólo Cristo Reconciliador es auténtica esperanza ya que en Él toda vida humana cobra su verdadero sentido y encuentra su realización".
Al hacerse "niño pequeño e indefenso", indicó el Prelado, "Dios ha querido recorrer la vida del hombre desde sus inicios para salvarla totalmente en plenitud. Por ello sin duda alguna podemos decir que el Verbo de Dios se hizo embrión humano, y por tanto nunca es justificable el asesinato de un niño inocente en el vientre de su madre".
"El aborto jamás puede ser considerado un derecho humano o de la mujer. Con el Papa Francisco quiero afirmar también con todas mis fuerzas: 'que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida inocente'".