Nápoles,
El 16 de diciembre la sangre de San Genaro no se licuó, como habitualmente ocurre cada año en Nápoles en Italia.
Según informa el diario italiano La Stampa, la sangre custodiada en una ampolla en una bóveda –que suele licuarse el primer domingo de mayo, el 19 de septiembre, fiesta del Santo, y el 16 de diciembre– no se licuó el viernes pasado como habitualmente ocurre en estas fechas.
La razón de la licuefacción el 16 de diciembre es porque ese día, en 1631, el Santo logró que la ciudad no fuera afectada por la erupción del volcán Vesubio.
Cuando el milagro de la licuefacción de la sangre no ocurre "siempre ha estado ligado a momentos nefastos de la historia de la ciudad" como guerras, epidemias y terremotos, explica La Stampa.
Ante esta situación, el abad de la capilla de los tesoros en la Catedral de Nápoles, Mons. Vincenzo De Gregorio alentó a "no pensar en calamidades o desgracias. Nosotros somos hombres de fe y debemos seguir rezando".