VATICANO,
En la homilía pronunciada en la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco reflexionó sobre el significado de la predicación de San Juan Bautista y sus dudas en la cárcel poco antes de morir.
El Santo Padre animó a los pastores en la Iglesia a ser como San Juan Bautista, que acogía el primer paso de los fieles porque confiaba en que luego Dios hacía el resto.
El Papa explicó que "San Juan Bautista no les decía a los fariseos, a los doctores de la ley o a los sacerdotes: 'Queridos, portaos bien'. No, les dice: '¡Raza de víboras!'. San Juan Bautista "predicaba fuerte, con palabras duras".
No decía palabras suaves porque sabía que los fariseos se le acercaban para controlarlo o a curiosear, pero nunca con el corazón abierto. "De esa forma ponía su vida en peligro, sí, pero actuaba con fidelidad. Y a Herodes le dijo en su cara: 'Adúltero, no te es lícito vivir así, adúltero'. ¡En su cara!".
Por el contrario, "si hoy un párroco, en su homilía dominical, dice: 'Entre vosotros hay algunos que son una raza de víboras y unos adúlteros', sin lugar a dudas, su obispo recibiría cartas de quejas: 'Despida a ese párroco que nos insulta'".
Sin embargo, con el pueblo San Juan era comprensivo. Juan bautizaba a todos los pecadores, "con este mínimo paso adelante porque sabía que con solo ese paso, después el Señor haría el resto". Y ellos se convertían.