MADRID,
Cientos de vecinos del pueblo de Callosa de Segura en la ciudad de Alicante (España) impidieron el retiro de la cruz situada en la plaza de la iglesia del pueblo, una medida ordenada por el gobierno izquierdista local que no espero la decisión de los tribunales y que aplicó en este caso una errónea interpretación de la llamada Ley de Memoria histórica.
La ley de Memoria Histórica fue aprobada en el año 2007. En ella se establece medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la posterior dictadura de Francisco Franco.
Se trata de una ley controvertida porque favorece una ideología y no la reconciliación de los españoles. Esta norma obliga la retirada de monumentos, símbolos o nombres de lugares públicos establecidos después de la Guerra Civil.
Los monumentos relacionados con la Iglesia Católica quedan fuera de esta ley, pero en la realidad esto no se ha respetado, como es el caso de esta cruz en Callosa de Segura.
Según informa la Asociación Abogados Cristianos, el alcalde de Callosa de Segura, el socialista Fran Maciá, envió el 14 de diciembre una grúa a retirar la cruz que preside la plaza de España, junto a la iglesia y frente al ayuntamiento de la población.