MADRID,
El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, explica en su carta pastoral que "el tiempo de Adviento es tiempo de gozo y esperanza, como la vida cristiana misma".
Tiempo de esperanza porque "Dios siempre cumple sus promesas" y subraya que también son momentos de alegría por la llegada de un Redentor porque "la alegría de la Navidad se llama Jesucristo".
Según precisa Mons. Fernández, "el gozo proviene de la cercanía de Dios, que nos envía a su Hijo Jesucristo para salvarnos, para divinizarnos. La esperanza se genera porque Dios cumple siempre sus promesas y nos asegura estar siempre con nosotros. Vale la pena fiarse de Dios, porque Dios siempre cumple".
Ante las dificultades y los problemas de la vida, el Prelado subraya que "Dios no se ha desentendido de las desgracias de los hombres", sino que "se ha acercado a nuestro mundo y ha entrado de lleno en él, haciéndose hombre, uno de nosotros".
Por eso, explica el Prelado, con su Encarnación "Jesucristo ilumina el misterio del hombre al propio hombre y le muestra la grandeza de su vocación, que somos hijos de Dios", "ha venido a decirnos el inmenso amor de Dios al hombre, y nos lo ha dicho hasta el extremo, hasta morir en la Cruz por nosotros".
De hecho, con su venida al mundo Jesucristo "nos aclara que el mal no lo ha inventado Dios, sino que es factura del hombre. Y que ese mal tiene una raíz común, el pecado".