RIO DE JANEIRO,
Más de dos mil personas participaron en la Misa que se celebró en la ciudad de Chapecó, en el estado de Santa Catarina (Brasil) una semana después del accidente aéreo en Colombia donde murieron 71 personas, entre ellos casi todo el equipo de fútbol del Chapecoense.
Según la diócesis de Chapecó, la Eucaristía fue un momento para "rezar por la recuperación de los sobrevivientes, las víctimas y sus familias que están de luto por la pérdida".
La Misa tuvo lugar en la Plaza Coronel Bertaso, ubicada frente a la Catedral de San Antonio. Fue presidida por el Cardenal Sérgio da Rocha, Arzobispo de Brasilia y Presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB); y concelebrada por el Obispo de Chapecó, Mons. Odelir Magri; por el Arzobispo de Florianópolis, Mons. Wilson Tadeu Jönk; y por el Obispo de Joaçada, Mons. Mário Marquez.
En la homilía, el Cardenal da Rocha pronunció unas palabras de consuelo y subrayó que "el grupo de aficionados del Chape (como se le conoce al equipo en el país) se volvió el más grande de Brasil".
"Todos nos volvimos sus admiradores. En medio de tanto dolor ha florecido mucha consciencia. Nos sentimos como si muchos se hubieran ido de nuestra casa", expresó.
El Purpurado dijo que "los jugadores del Chape nos dejaron lazos valiosos para el mundo del deporte y para el país. El esfuerzo generoso, la humildad, la honestidad, la dedicación incansable nunca serán olvidados".