Estados Unidos tendrá pronto a su primer mártir beatificado por la Iglesia Católica ya que el Papa Francisco firmó el pasado 2 de diciembre el decreto en el que se reconoce el martirio del P. Stanley Francis Rother, originario de la pequeña población de Okarche en Oklahoma y asesinado en Guatemala en 1981, donde era conocido como el Padre Aplas o Padre Francisco.
En Okarche, la parroquia, el colegio y las granjas eran los pilares de la vida comunitaria. El pequeño Stanley asistió toda su vida al mismo colegio y vivió con su familia hasta que entró al seminario.
Rodeado de buenos sacerdotes y de una vibrante vida parroquial, Stanley sintió desde muy joven el llamado de Dios a ser sacerdote. A pesar de ello, este joven tuvo que luchar luego de reprobar muchos cursos antes de graduarse del seminario Mount St. Mary's en Maryland.
Al escuchar las luchas del joven Stanley, la hermana Clarissa Tenbrick, quien fue su profesora cuando estaba en quinto grado, le escribió para alentarlo y le recordó que San Juan María Vianney, Patrono de los sacerdotes, también había experimentado ese tipo de luchas en el seminario.