LONDRES,
El crítico de libros Francis Phillips explicó la importancia de la Virgen de Guadalupe durante el proceso de evangelización de los aztecas en México, quienes acostumbraban a realizar sacrificios humanos inclusive entre su propio pueblo.
"Sin duda, los conquistadores estaban muy lejos del precepto cristiano de amar a los nativos como a ellos mismos. Pero la fe recién descubierta de estos aztecas, los liberó de la esclavitud de sus dioses demoníacos y les dio una Madre celestial de ternura y compasión, que trajo una verdadera transformación a sus vidas", detalló Phillips en un artículo publicado por Catholic Herald.
Además, dijo que "hoy en día es común criticar al imperialismo y defender a los pueblos nativos de las barbaridades infligidas por sus invasores y conquistadores europeos", sin embargo "no es toda la historia".
"Hernán Cortés y sus hombres llegaron al imperio azteca en noviembre de 1519. Doce años más tarde, en diciembre de 1531, Nuestra Señora de Guadalupe apareció en una visión a un campesino indio, un cristiano bautizado con el nombre de Juan Diego en una colina llamada Tepeyac. En la aparición la Madre de Dios le dijo a Juan Diego que era su madre amorosa, trayendo una nueva dignidad y estatus al pueblo azteca", explicó.
Por otro lado, Phillips reconoció las afirmaciones del ex crítico de arte del Daily Telegraph, Richard Dorment, que en su libro Exhibitionist, describe la cultura azteca como "un elaborado culto a la muerte", debido a que "involucra sacrificios humanos en una escala inimaginable".
"Sus sacerdotes ofrecían ritualmente a los dioses la sangre y los corazones no solo de los guerreros capturados en batalla, sino de su propio pueblo".