CARACAS,
Tres toneladas de medicinas donadas se quedaron sin repartir a los barrios pobres de Venezuela debido a que el gobierno de Nicolás Maduro no respondió los reiterados pedidos de Cáritas para retirarlas de la aduana. Sin embargo, aduciendo "abandono legal", las autoridades decidieron confiscarlas y entregarlas al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
Las 75.000 medicinas eran una donación proveniente de Chile para Cáritas Venezuela. En un comunicado publicado el 25 de noviembre, la institución caritativa explicó que con el fin de retirarlas de la aduana, la Comisión de Justicia y Paz del Episcopado monitoreó desde julio "las diferentes acciones pertinentes y permisos necesarios". "Nos hemos apegado a la ley, aceptando la normativa", señaló.
En ese sentido, el 5 de agosto se informó al Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT) "de la llegada de la donación solicitando su permiso y tramitación".
Sin embargo, el gobierno nunca respondió a las solicitudes de Cáritas y hace unos días declaró el cargamento en "abandono legal" y se las entregó al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales.
Janeth Márquez, directora nacional de Cáritas Venezuela, explicó a ACI Prensa que se trata de "medicamentos para patologías simples", como para el control del colesterol, vitaminas, para la fiebre, problemas de piel y otros que "usamos en nuestras jornadas de salud en los diferentes barrios donde estamos viendo niños con sarna, problemas de colesterol, anemia". "Son tres toneladas de medicamentos", indicó.