BRASILIA,
En un reciente y controversial fallo, la Corte Suprema de Brasil despenalizó el aborto hasta los tres meses de embarazo. Para el Obispo de la Diócesis de Frederico Westphalen, Mons. Antonio Carlos Rossi Keller, esta sentencia es un decreto de pena de muerte para los no nacidos.
El fallo de la Corte se produjo el 29 de noviembre, tras analizar la solicitud de hábeas corpus de cinco empleados de una clínica de aborto clandestino en la localidad de Duque de Caxias, en el estado de Río de Janeiro.
A favor de no considerar el aborto como un crimen votaron los jueces Luis Roberto Barroso, Rosa Weber y Edson Fachin, abriendo un precedente para decisiones de otros jueces en Brasil.
En su página de Facebook, Mons. Rossi Keller señaló que "el Tribunal Supremo existe para garantizar el cumplimiento de la Constitución" y añadió que "la Constitución brasileña establece que, en Brasil, no hay pena de muerte".
"En contra de este principio, a través del aborto, la pena de muerte se decreta a aquellos que tienen un defecto: a existir. El aborto es brutal", dijo el Prelado.
Mons. Rossi Keller recordó que "una sociedad que defiende, justificadamente, los huevos de las tortugas, pero admite el aborto, es al menos una sociedad en la que predomina la hipocresía".