VATICANO,
Durante la Navidad, Dios se revela a los humildes, a los pequeños, destacó el Papa Francisco en la Misa celebrada en la Casa Santa Marta, y por ello subrayó la importancia de hacerse pequeños en este tiempo para poder acercarse al Señor que viene.
A raíz del comentario del Evangelio del Día, el Santo Padre recordó que "en Navidad veremos la importancia de la pequeñez, veremos la importancia de lo pequeño: un niño, una estrella, una madre, un padre… Son las pequeñas cosas. Un corazón grande, pero una apariencia pequeña".
Francisco utilizó la imagen de un pequeño brote, una cosa pequeña que terminará siendo un árbol grande, para referirse a la Natividad del Señor. "En ese brote reposará el Espíritu del Señor, el Espíritu Santo, y en ese pequeño brote encontraremos la virtud de los pequeños, y del temor del Señor".
El Papa animó a caminar "en el temor del Señor. Temor del Señor, que no es miedo, no". También llamó a "cumplir el mandamiento que Dios le dio a nuestro padre Abraham: 'Camina en mi presencia y sé irreprochable'. Humildad. Es humildad. El temor del Señor es humildad".
Por lo tanto, "solo los pequeños son capaces de comprender el sentido de la humildad, el sentido del temor del Señor, porque caminan delante del Señor. Sienten que el Señor les da fuerzas para seguir adelante".
Francisco afirmó que "vivir la humildad, la humildad cristiana, es tener este temor del Señor que, repito, no es miedo, sino que es afirmar: 'Tú eres Dios, yo soy una persona, yo avanzo de esta manera, con las pequeñas cosas de la vida, pero caminando en Tu presencia y tratando de ser irreprochable'".